jueves, 7 de julio de 2016

Estrés

Respuestas a las demandas de la vida

¿Qué es el estrés?

Nuestro organismo responde ante estímulos que percibimos como amenaza a nuestra homeostasis. Toda demanda física o psicológica provoca en el organismo un proceso fisiológico en nuestro organismo ya para enfrentar dicha demanda o para huir de ella. A ese proceso psico-fisiológico le llamamos estrés. Baum (1990) lo define como la “experiencia emocionalmente negativa acompañada por cambios predecibles a nivel bioquímico, fisiológico, cognitivo y conductual y que están dirigidos ya sea para alterar el evento estresante o para adecuarse a sus efectos” (Taylor, Shelley E., 2007. p. 153).

¿Es bueno estar estresado?
No hay una respuesta fija para esta pregunta. Lo que sí podemos afirmar es que el estrés es un compañero de toda la vida que nos ayuda a encarar nuestros problemas cotidianos y a darle vialidad a nuestra vida. Digamos por ahora que es un mecanismo muy natural que, como cualquier otro mecanismo, puede tener fallas, ya en su exceso ya en su defecto. Un estrés recurrente sobre lo mismo es un estrés evidentemente dañino. Esto es posible verlo en los procesos mecánicos de nuestros aparatos. Por ejemplo: las impresoras se activan cuando mandamos una señal de impresión. Si algo anda fallando y la señal enviada no cesa, la impresora estará imprimiendo indefinidamente hasta colapsar. Así sucede con nuestro organismo ante estímulos físicamente ya no presentes pero almacenados como actuales en nuestro cerebro. El organismo estará respondiendo indefinidamente hasta colapsar.

¿Cómo funciona esto del estrés?
Ante un estresor, es decir, un estímulo percibido como amenazante, el hipotálamo se activa liberando una neurohormona llamada Corticotropina (CRH). Esta neurohormona se dirige a la hipófisis. Cuando la hipófisis se activa segrega otra hormona llamada Adrenocorticotropina (ACTH). Esta a su vez se dirige hacia las glándulas suprarrenales afectando la corteza y la médula de estas glándulas. En la médula de las glándulas suprarrenales se producen catecolaminas: adrenalina, noradrenalina y dopamina. En la corteza de las glándulas suprarrenales se producen glucocorticoides, el referente principal de ellos es el llamado cortisol. Todo esto produce energía, manifestada por la aceleración de la frecuencia cardiaca, la respiración, la dilatación de los vasos sanguíneos y tensión muscular (Carlson, N. R., 2014). Así es como se activa el mecanismo lucha-huida.

Este ciclo se cierra con un proceso de retroalimentación negativa: el cortisol vuelve al hipotálamo y corta la producción de hormonas. Cuando no hay respuesta de retroalimentación negativa el estrés se convierte en estrés crónico o recurrente y pone en peligro la vida del organismo. El estrés crónico genera enfermedades gastrointestinales, cardiorrespiratorias, metabólicas, cardiovasculares y enfermedades mentales y neurológicas.


¿Qué hacer para que el estrés disminuya?

Recomendaciones: 
Hacer ejercicio (no competitivo).
Practicar algún tipo de meditación.
Procurar relaciones sociales empáticas.
No alejarse de los amigos.
Buscar ayuda profesional.
Técnica de solución de problemas.
Buscar formas de auto control.
Terapia de exposición.
Terapia de grupo.
Psicoeducación.
Socio drama.
Técnicas de relajación.


Por: Ángel Castillo Palma


Referencias bibliográficas:
Carlson, N. R. (2014). Fisiología de la conducta. Madrid: Person Educación.
Taylor, Shelley E. (2007). Psicología de la Salud. México: McGraw-Hill Interamericana.

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