¿Está en nuestras manos?
Diana Zepeda González
12/05/14
Dentro del contexto del día al día las personas expresamos
nuestro estrés de formas diferentes, con una simple gripa, mantener el enojo,
gritar muy fuerte, o adueñarte de recuerdos dolorosos, no digerirlos y la
persona puede volverse des adaptada, dependiente o vulnerable, hay muchas
situaciones que provoca el estrés. Sin embrago las respuestas ante eventos
estresantes pueden manifestarse de diferentes maneras, pueden ser que en un
momento de crisis el estrés aparezca súbitamente o sea de modo gradual, dentro
de esto entran algunas variaciones de los eventos difíciles, a los que tenemos
miedo de cruzar nosotros solos. Estas variaciones se pueden notar a partir de
percepciones individuales, y de cómo significa el sujeto el evento, estás se
diferencian entre duración, gravedad, predictibilidad que se refiere a lo
predictible de una reacción en el sujeto; las ultimas variaciones se pueden
medir en grados de control, de confianza en su mismo y por último la aparición
repentina del evento. Esta última característica se refiere en que estemos
listos o no al momento de un desastre o catástrofe.Cada uno de nosotros hemos transitado por momentos
estresantes, derivadas de las variables antes mencionadas como la durabilidad entre otras, sin embargo la manera en como le atribuimos un significado es una
percepción personal, es decir el evento estresante es una situación determinada,
por ejemplo un terremoto, sin embargo la manera en como vivo ese evento, es muy
personal, y de ahí el grado de manejo de la situación que se puede convertir en
estrés. Cuando “creo” que no puedo con los eventos y mi capacidad de respuesta
es ineficaz, surge el estrés.
Ahora bien, los accidentes
ocurren en diversas circunstancias, pero los impactos que afectan a nivel
psicológico, hace referencia a nuestro temor a la muerte, y/o surge el miedo inminente de sufrir una
lesión grave, o la simple amenaza de dicha lesión. En los desastres naturales
amenaza la integridad de los habitantes de la zona en emergencia, porque pone
en peligro su casa, su trabajo, su estabilidad y al igual si integridad física.
Entonces damos por entendido que la situación en desastre además de provocar
una fuerte carga de estrés al momento, porque nadie puede controlarla, también
viene como consecuente varias emociones expuestas después del evento. Los
desastres son un tipo especial de emergencia que deja huellas observables en el
sujeto y la comunidad, tales como angustia por morir, sueños aterrorizantes,
culpabilidad por estar vivo, insensibilidad y búsqueda del significado. Dentro
de esta última característica pensamos dentro de nosotros ¿el significado?
Cuando Víctor Frank escribió “El hombre en busca del sentido” (1946) después de su experiencia en
campos de concentración muestra que los mecanismos de defensa se adaptan a la situación del
sujeto por ejemplo en la experiencia del campo de concentración los prisioneros
no aceptaban su destino cruel. Por su propia vivencia de ser víctimas de
experimentos trágicos y sometidos como animales, cada judío se protegía de tanto daño psicológico y
emocional, algunos lo negaban, otros lo resentían y moría de dolor, otros podrían
haber digerido la noticia y pelear por la vida.
Sin embargo existen trastornos reactivos ante situaciones
peligrosas dentro de las características y variabilidades de reacción de cada sujeto
que desatan nuevos eventos peligrosos o que ponen en riesgo la vida de la
persona que pueden llegar a ser de adaptación o fobia social. Son trastornos
ocasionados por la ansiedad y el estrés que se presenta en situaciones de
crisis o desastre, como el Trastorno Postraumático que es un buen ejemplo
cuando se ven los efectos del evento traumático y las percepciones se repiten
una y otra vez. Si hay la oportunidad de leer casos en los que estén
involucrados rezagos de una crisis podrás darte cuenta que todos están
conectados con el significado del evento, por sus efectos en el sujeto y actos
que pueden repetirse una y otra vez. La explicación que te brindo es de una lectura bastante interesante
que se llama Trastornos reactivos,
efectos del estrés y de la vulnerabilidad de G. Salason se las recomiendo ampliamente.
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