domingo, 22 de mayo de 2016

Después de la tormenta… ¿viene la calma?

El terremoto del 85 en México, la Segunda Guerra Mundial, los atentados terroristas y otros muchos eventos de gran magnitud son situaciones que generan un estrés de manera peculiar; el cual se genera durante y después del evento, ya que la manera en que el sujeto lo viva y sobre todo lo afronte le hará comportarse de cierta manera.

Recordemos que actualmente muchas de las enfermedades que se desarrollan como la diabetes, paros cardíacos, insomnio, entre muchas otras, son causadas por el estrés; sin embargo no las catalogamos como síntomas que hacen alusión al estrés. Eso es lo interesante no conocemos los efectos colaterales de este padecimiento tan común. Así que muchas veces nosotros podemos decir que estamos estresados y realmente nuestro comportamiento o efectos no van de acuerdo a eso.

Por eso para saber si realmente estamos viviendo realmente una situación que nos causa estrés; primero hay que ver si ese evento o situación que estamos viviendo nos causa realmente estrés, analizar si es una amenaza para mí o no; si la respuesta es que me afecta y es algo amenazante, hay que ver si cuento con las herramientas para afrontarlo.
Muchas veces por guardarnos las cosas o ser personas orgullosas que por el mundo que vivimos actualmente en donde uno es más individualista y ve por sus propios intereses no recurre a algún tipo de ayuda o se expresa para poder resolver esa situación que me puede estar generando estrés.

Es importante recordar que si algo me causa estrés, (que pueden ser muchas cosas, desde el aprender un deporte, la adolescencia, elegir una carrera, el matrimonio, la familia y muchas otras) debo de analizar que puedo hacer para manejar esa situación. Algo que nos puede ayudar a hacer un mejor manejo de ello es que en primera instancia exprese lo que me preocupa y el miedo que me pueda causar el evento, después de ello compartirlo con alguien más que me pueda ayudar; desde el escucharme hasta el poder hacer algo, ya después de esto viene la parte de hacer algo, trabajarlo y afrontarlo; para ello hay muchas maneras de hacer y en primera instancia es bueno compartir esa experiencia con alguien que se preocupe por nosotros y sepa por lo que estamos pasando, pero es muy importante el que acudamos con un terapeuta que nos pueda ayudar a manejar el estrés y para eso no hay nada mejor que un psicólogo; porque entre más tiempo uno lo deje pasar esa situación, deja crecer la el hecho que está generando estrés y al no tratarlo puede llegar a crear algún trastorno o fobia.

Si realmente le damos la importancia a lo que es el estrés y lo vamos trabajando podemos lograr al final del día hacerlo algo positivo la mayoría de las veces, debemos ir enseñando esto a nuestro hijos a saber manejar ese estrés de acuerdo a su edad y sobre todo ahorita porque los niños se están desarrollando en un mundo en dónde todo lo están teniendo de manera instantánea y su capacidad y tolerancia a la frustración son cada día menores



Eduardo Pardo Ampudia

1 comentario:

  1. La desinformación de lo que provoca el estrés en nuestros cuerpos es un arma que nos lleva a enfermar aun más. Ponerle atención a nuestro cuerpo y tratarlo de manera integral es un antídoto contra las enfermedades y ayuda a tener una calidad de vida.

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