A lo largo de nuestro
desarrollo la gente cercana a nosotros nos va enseñando a defendernos, el saber
protegernos y proteger lo que es nuestro; el usar nuestro cuerpo o palabras
para cuidarnos y que no nos hagan daño, pero hay algo que se va perfeccionando
en nuestro inconsciente que nos hará nuestra vida un poco más sencilla y
llevadera; éstos son los mecanismos de defensa.
Éstos son recursos
inconscientes que se utilizan para hacer frente a situaciones complicadas que
nos pueden generar ansiedad, estrés, miedo, inseguridad, etc. es una manera de
auto engañarnos y protegernos por medio de distintas tácticas mentales para
falsifica y distorsionar alguna experiencia.
Éstas experiencias las
podemos tener todos los días y utilizar el mecanismo de defensa que más nos
convenga, sin darnos cuenta de ello; cada uno de éstos mecanismos lo utilizamos
dependiendo nuestra personalidad y el fin que deseamos tener.
Actualmente vivimos en un
mundo en donde pareciera que tenemos que estar utilizando los mecanismos de
defensa todo el tiempo para poder sobrevivir; podemos observar a hombres y
mujeres que no aceptan su cuerpo tal cual es y no se sienten atractivos,
entonces para poder compensar (mecanismo de defensa que consiste en; silenciar
un sentimiento de inseguridad exagerando un rasgo real o deseable) eso buscan la manera de
modificar su cuerpo pasando varias horas en el gimnasio, con dietas muy
estrictas para poder lograr un cuerpo “escultural” con el cual nunca están
satisfechos, ya que su objetivo no es el realizar ejercicio por salud y
cuidarse; lo realizan para llamar la atención de la sociedad y sentir que ahora
si valen la pena.
Los ídolos, personas que
admiramos, estrellas del cine, deportistas, cantantes, etc. siempre estarán
presentes en el mundo; en donde la misma gente los apoya y de cierta manera
trata de imitar algunas cosas suyas; pero sabemos que existen fans que buscan a
toda costa el ser como esas “estrellas” y copian todo lo que hacen, su manera
de vestir, hablar e inclusive de comportarse; ya que es con ellos con quienes
se sienten identificados y no se valorizan, no muestran en ningún momento su
verdadera personalidad y la esconden para sentirse más aceptados.
Cuántas veces justificamos
nuestros actos porque las demás personas lo hacen; proyectamos cosas nuestras
en las demás personas para no aceptar lo que nosotros pensamos y/o hacemos;
pensamos que es algo normal pero es un mecanismo de defensa que muchas veces
llegamos a emplear y que para las otras personas puede llegar a ser muy
evidente; desde que somos chicos podemos manifestar éste mecanismo, cuando
hacemos algo incorrecto y no lo aceptamos y nos justificamos por lo hecho, pero
ahí están nuestros padres decirnos frases como; “a mí no me importa lo que
hagan los demás…”, “si Juanito se avienta del puente, ¿también tú? “, entre
otras; que de cierta manera nos pueden ir ayudando a no hacer uso del mecanismo
de defensa llamado proyección (consiste en personas que reconocen con mucha
facilidad y exageran las características personales de los demás que a ellas
les desagradan y que no ven en sí mismas) y realmente hacer frente a la
situación que se nos puede hacer amenazante.
Existen muchos más
mecanismos que usamos a lo largo de nuestra vida, que al final del día nos
ayudan a sentirnos mejor en el momento; pero que a la larga pueden hacernos
daño; cada que niego los síntomas es un mecanismo de defensa que me
ayuda a bajar la ansiedad frente a un diagnóstico, de manera temporal,
pero que no cura el padecimiento físico solo el mental, vuelvo a recalcar
momentáneamente; de esta manera nos evitan el dolor pero en realidad
detrás de cada mecanismo de defensa que empleamos, hay algo más a fondo en
nuestro interior, que la mejor manera de poder afrontarlo es con la ayuda de un
psicólogo.
Eduardo Pardo Ampudia
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