5 de mayo del 2016
Una persona, una crisis,
un mundo…
Desempleo, muerte,
pérdidas, cambios, descensos, desastres... día a día nos enfrentamos a una
infinidad de hechos que a pesar de ser la misma situación fáctica,
impacta de manera muy distinta a cada persona, la cual, en base a estas
interpretaciones construirá su propia realidad.
Por lo que un fenómeno
puede no ocasionar nada en el individuo o puede ser disruptivo, lo que incluye
cambios psíquicos. Estos cambios en nuestro psiquismo pueden ser negativos o
positivos; los primeros incluyen patologías y trastornos emocionales que
afectan la calidad de vida y el desarrollo de la persona, le es complicado
superar este hecho y salir de la crisis.
Los positivos, en cambio,
llevan a la resiliencia de la persona, a la aceptación y enriquecimiento a
pesar de las adversidades. Esta capacidad resiliente es muy impresionante pues
estamos hablando de una habilidad que se desarrolla, de un
"re-aprender" a vivir, sin negar lo sucedido, pero buscando el salir
adelante, una nueva oportunidad y un nuevo comienzo, reafirmando las
capacidades, habilidades y virtudes que se poseen, sin olvidad la fragilidad y
vulnerabilidad del ser humano.
Retomamos entonces
que estos cambios psíquicos dependerán de la interpretación que le daremos a un
hecho fáctico, el cual nos impacta con toda su fuerza y verdad al ser las características
innegables del fenómeno; y es después de esto que entran nuestras vivencias y
percepciones que nos permiten constituir nuestra realidad del fenómeno. Sin
embargo, es importante recalcar que tenemos también la capacidad de predecir el
impacto disruptivo y la forma en que la persona podría reaccionar e interpretar
un fenómeno fáctico, que se conoce como potencial disruptivo; esta es una forma
de abordaje que incluye primero el analizar los elementos del hecho para
después predecir el potencial antes de que el fenómeno suceda realmente.
Según Benyakar, la
manera en que la persona interioriza o psiquisiza determinados hechos se puede
llevar a cabo de 2 maneras: a través de la vía somato-instintual y por la vía
perceptual. En esta última es de vital importancia el mundo externo no
diferenciado y el objeto externo diferenciado, el cual significa algo dependiendo
de la historia de vida, de las experiencias y las vivencias que ocasionan
sensaciones y emociones. Hay tres modalidades para internalizar la percepción
de los hechos: la introyección, que es un procesamiento adecuado, el preservar
el equilibrio entre el afecto y la representación que se le da; es necesario
tener flexibilidad psíquica que nos permita entender, metabolizar y permitir el
constante cambio que supone el enfrentar situaciones, percepciones y emociones
nuevas.
La incorporación
implica una falla en el momento de metabolizar el hecho, por lo que el objeto
externo diferenciado se encuentra dentro de la persona, como si tuviera vida
propia, transformándose en parte de su psiquismo, sin poder diferenciarlo o
separarlo de lo propio, esto desencadena neurosis o psicosis.
La última modalidad es la incrustación, en la cual no se simboliza ni se
metaboliza, simplemente dura el precepto, las cualidades perceptuales inundan a
la persona constantemente y nunca se van, por ejemplo el olor a quemado de un
incendio, el ruido de un desastre natural…
Todo esto nos demuestra la diversidad que existe entre cada uno de
nosotros, el impacto que tienen nuestras vivencias, nuestras emociones,
pensamientos, ideas, sueños y aspiraciones, en el vivir cotidiano, en la forma
en que reaccionaremos ante las situaciones del día a día, ante esas pequeñas o
grandes crisis que enfrentamos durante toda nuestra vida. Es importante ser
consciente de esto para poder llegar a un conocimiento de nuestras reacciones,
de nuestras dolencias y de cómo hemos reaccionado ante las crisis, que
significado les hemos dado y que en lugar de hundirnos podamos aprender,
podamos ser resilientes y buscar un sentido a nuestra vida.
Sofía Patricia Ortiz
Ugalde
Referencia:
·
Benyakar, M. (2006) Lo disruptivo.
Amenazas individuales y colectivas: el psiquismo ante guerras, terrorismos, y
catástrofes sociales. Buenos Aires: Biblos. Benyakar, M., A. Lezica (2005).Lo
traumático. Clínica y paradoja. Buenos Aires: Biblos. Tomo 1. Benyakar, M.,
(2015) LO DISRUPTIVO: DE LO FÁCTICO A LO PSÍQUICO. Argentina- Buenos Aires.
Julio 2015.
·
Cyrulnik, B. (2002). Los patitos feos.
La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida. (pp. 21-24).
Barcelona: Gedisa.
¡El evento es uno! la manera de vivir ese evento, de verlo, de sentirlo; ¡es tan heterogéneo!, como la misma humanidad.
ResponderEliminarPara que algo tenga sentido en mi vida, primero lo siento y si lo siento lo percibo, lo significo y lo convierto en un hacer.
Una manera de incorporar el hecho es a través de la culpa, la vergüenza, la ansiedad... si no hubiera hecho tal o cual cosa... pensar que uno puede controlar lo incontrolable es una forma de incorporar...
Incrustación
Cuando los eventos o situaciones no placenteras las revivimos sin querer, se convierten en una capa pesada y dolorosa que avanza con nosotros sin poderla detener.
Lo interesante es que no hay mal que dure cien años…