Taller de Cyberbullying.
El taller impartido por Ricardo Sánchez es una llamada de
atención a la situación actual y a las problemáticas que han traído las nuevas
tecnologías.
La facilidad con la que actualmente nos ponemos en
contacto, con la que descargamos fotografías, información, con la que usamos
las redes sociales… es un arma de doble filo, pues así como puede usarse de
forma moderada y desinteresada, puede usarse también como un arma para propagar
chismes, fotografías privadas, videos, burlas, ataques que afectan a alguien, y
ese alguien puede ser cualquiera, a quien de una u otra forma, le cambian la
vida. Los efectos dependerán de la estructura de cada persona; lamentablemente,
la sociedad de la inmediatez, está promoviendo que los niños de hoy en día sean
poco tolerantes a la frustración, por lo que agregándole la importancia que
tienen para ellos las redes sociales y el hecho de que sean acosados por medios
electrónicos, ha llegado a causar daños graves como son los suicidios,
depresiones, ansiedades, entre otros.
Otro aspecto importante es cómo una persona se
desenvuelve en las redes sociales y en los videojuegos, uno puede “reinventarse”,
ser alguien que no es, ser lo que siempre quiso ser… al fin y al cabo, nadie
puede verte realmente si estás detrás de una pantalla. La facilidad con la que
se cambian datos y sobre todo, la facilidad con la que creemos lo que estamos
viendo es alarmante, hablamos de una sociedad que está sustituyendo la relación
cara a cara, está sustituyendo lo verdadero y auténtico.
Las implicaciones psicológicas que tiene tanto para los
bulleados como para los bulleadores son impresionantes, pues por un lado observamos
el miedo, el delirio persecutorio que nunca descansa de las personas a quienes
se les agrede, a quienes se les molesta, de quienes se burlan, así como el otro
lado, que implica personas que agreden y que se ocultan tras las pantallas, que
acosan y manipulan.
Repito que este taller fue una llamada de atención, fue
un abrir de ojos a la realidad y las problemáticas de hoy en día, por lo que es
importante reflexionar y entender qué podemos hacer nosotros como psicólogos,
es importante aprender cómo trabajar el autoestima, cómo dotar de herramientas
a las personas, cómo intervenir y orientar tanto a los bulleados como a los
bulleadores, hay que hacer consciencia ahora que sabemos de esta problemática y
el daño que le está haciendo a nuestra sociedad.
Conferencia Identidad y comunidad como
política pública local: su impacto ante la pobreza, desigualdad y
discriminación.
Esta conferencia impartida por Liliana Vázquez Roa me
pareció muy interesante y sobre todo impactante, pues el mensaje para nosotros
como psicólogos fue claro: promover el vivir en comunidad.
Nosotros pertenecemos a una sociedad, y esa sociedad a la
vez está formada por diversas comunidades, y a su vez formada por familias; sin
embargo, muchas veces olvidamos esta vida colectiva y nos centramos simplemente
en la individualidad, en la persona por sí sola, cuando no simplemente es eso,
el ser humano es un ser social por naturaleza, y hay que reforzar la
importancia que tiene el aprender a vivir bien en esta comunidad.
Hay tres características principales en una comunidad: la
identidad, que es el sentido de pertenencia que se tiene hacia ciertas
costumbres, tradiciones, expresiones, valores… que te refleja quien eres, que
te hace pertenecer y a la vez encajar. La cosmovisión que es la forma propia de
ver, sentir y percibir y proyectar el mundo de cada cultura. Y finalmente el
buen vivir, que implica la plenitud de la vida, el encontrar algo que permita
llegar al bien común, que enriquezca. Por lo que una comunidad estaría en
equilibrio con todos sus miembros, reconociendo el valor y lo que cada
individuo aporta hacia la sociedad.
Sin embargo, actualmente vivimos en una sociedad
excluyente, en donde hay grupos vulnerables que son minimizados y
desvalorizados día con día. Uno de estos grupos son los hombres; quienes están
obligados a cumplir un solo rol, un solo papel: el de proveedores. No se
promueve su intervención en el ámbito familiar, en el cuidado de los hijos, en
las tareas domésticas… y hoy en día, si un hombre realiza estas tareas, muchas
veces es juzgado, es mal visto y se le desvaloriza. Otro ejemplo son las
mujeres con hijos, a quienes se les presentan trabas a la hora de entrar en el
mundo laboral, pues “o eres madre o trabajas”, lo que muchas veces implica
dejar a sus hijos en guarderías todo el día, dejando de lado el vínculo materno
tan vital para formar niños sanos.
Esta vida colectiva que se quiere lograr, implicaría
comenzar por unificar a la familia, por quitar estos estereotipos y que el
padre participe de forma activa en la crianza y cuidado, en que la madre pueda
tener espacios para trabajar y estar con sus hijos de forma simultánea. Liliana
Vázquez Roa justamente busca impulsar esta misión, ha desarrollado proyectos
culturales en las que se ponen mesas para cambiar pañales en los baños de
hombre, cuartos en empresas o instituciones donde las trabajadoras puedan
amamantar a sus hijos, grupos donde se enseña a la mujer diversos oficios “no
tan comunes” en el sexo femenino.
Son pequeños proyectos, pequeños actos que a la larga
tendrán beneficios para nuestra sociedad. Es un área de oportunidad muy grande
y de vital importancia para nosotros como futuros psicólogos, el aportar un
grano de arena para beneficiar a la comunidad, a la familia, y a la larga que
nuestra sociedad pueda ir sanando poco a poco.
Sofía
Patricia Ortiz Ugalde
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