A lo largo de la vida algunos de nosotros, tal
vez la mayoría hemos vivido experiencias
realmente desgastadoras como terremotos, matanzas entre muchas otras cosas horrorizantes.
El ser humano
tiene distintas maneras de salvaguardarse, por todos los procesos que
hace su cerebro ante una circunstanciá, el cerebro dispara las amígdalas que
siempre nos ponen en alerta ante cualquier evento, y después existe la
secreción de dos neurotransmisores tales como la dopamina y la noradrenalina
dichas sustancias químicas movilizan al cerebro en casos de emergencias
La amígdala se condiciona hacia el temor estando
súper alerta, porque cada que se recuerda dicho acto existe un reaprendizaje
espontaneo, si el trauma se repite tantas veces como sea posible se podrá
reducir el grado de ansiedad reducida desensibilizando y permitiendo que se
asocien un conjunto de respuestas no traumáticas.
Por ejemplo los niños que pertenecen a ciertas
regiones de México como Sinaloa, Michoacán entre otras se vive la violencia por medio de narcotraficantes
amenazando con la vida de las familias por tiroteos, los niños tanto que ven
escuchan o lo viven lo han interiorizado y ahora juegan a las luchas de capos a
las matanzas y esto aumenta su sentido de dominio por encima de los hechos
traumáticos.
Un reaprendizaje emocional se
da en cuatro etapas:
1. Adquiriendo una sensación de seguridad.
2. Recordando detalles traumáticos.
3. Lamentar una perdida que se ha provocado.
4. Tratar de hacer la vida normal.
Como psicoterapeutas debemos tratar que nuestros
pacientes tengan un reaprendizaje emocional y brindar una recuperación del
trauma por distintos mecanismos que ayuden a recordar desde lo que vieron,
oyeron, olieron y tocaron.
El juego es una forma de lidiar y procesar los
eventos que estos pequeños no pueden elaborar de otra forma.
“El hecho de
mostrar en vez de ocultar nuestras limitaciones, nos permite superarlas” (anónimo)
Itzel
Nallely Maldonado Vega
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