martes, 28 de junio de 2016

Los eventos de catástrofe y nuestras reacciones.
Cuando ocurre un evento que no planeamos y es un evento en la que se ven afectadas una gran cantidad de personas se le denomina catástrofe. Seguramente alguna vez en su vida han escuchado de alguna de ellas, algún terremoto en el que hay perdida tanto materiales como humanas, un tsunami, algún atentado, etc., etc. En las catástrofes la gente normalmente no  sabe cómo actuar o cómo reaccionar ante ellas por lo tanto solemos tener distintos tipos de reacciones y comportamientos. Lo más frecuente es que encontremos la conmoción-inhibición-estupor, esto es cuando las victimas están saliendo de los escombros y se encuentran muy alterados por el choque emocional que esto les ocasiona, la reacción que normalmente suele suceder es que la gente se aleje del lugar en busca de uno más seguro.
En este tipo de eventos también encontramos un miedo colectivo el cual es un sentimiento de mucho miedo, lo cual es una reacción muy normal en situaciones de catástrofe en donde se ve amenazada nuestra integridad o la de alguien que queremos. Muchas personas aunque sienten este miedo colectivo suelen llevar acabo acciones heroicas en donde ayudan a muchas otras personas. Uno de los limitantes principales es el pánico, este es de poca duración y crea mucha alteración en las personas, es una reacción colectiva y lo podemos definir como el miedo colectivo intenso.
Cuando ocurre una catástrofe nos podemos encontrar con una huida masiva de los afectados hacia un lugar más seguro, esto lo vemos mucho en los lugares donde hay guerra o en los lugares en los que la región queda muy afectada por la catástrofe.
Uno de los principales problemas que se encuentras después de la catástrofe son las enfermedades, taro físicas como psicológicas, es muy importante procurar tener la mayor higiene posible para que no se creen epidemias ya que estas provocan más pánico, asilamiento de la población, abandono de los enfermos y conductas de ataque hacia los enfermos. No todas las epidemias producen pánico y violencia, pero si son factores que pueden derivarse de ellas. También es común que después de los desastres se empiecen a esparcir rumores, los cuales pueden provocar miedo entre la gente, en especial los afectados. Por lo tanto los rumores generan fenómenos negativos como la inseguridad.
Se pueden identificar ciertas fases de afrontamiento de la catástrofe, y son las siguientes:
Por: José Jerónimo Aguillòn Padilla

lunes, 27 de junio de 2016

Aprendizaje emocional del estrés



A lo largo de la vida algunos de nosotros, tal vez la mayoría  hemos vivido experiencias realmente desgastadoras como terremotos, matanzas entre muchas otras cosas horrorizantes.
El ser humano  tiene distintas maneras de salvaguardarse, por todos los procesos que hace su cerebro ante una circunstanciá, el cerebro dispara las amígdalas que siempre nos ponen en alerta ante cualquier evento, y después existe la secreción de dos neurotransmisores tales como la dopamina y la noradrenalina dichas sustancias químicas movilizan al cerebro en casos de emergencias
La amígdala se condiciona hacia el temor estando súper alerta, porque cada que se recuerda dicho acto existe un reaprendizaje espontaneo, si el trauma se repite tantas veces como sea posible se podrá reducir el grado de ansiedad reducida desensibilizando y permitiendo que se asocien un conjunto de respuestas no traumáticas.
Por ejemplo los niños que pertenecen a ciertas regiones de México como Sinaloa, Michoacán entre otras  se vive la violencia por medio de narcotraficantes amenazando con la vida de las familias por tiroteos, los niños tanto que ven escuchan o lo viven lo han interiorizado y ahora juegan a las luchas de capos a las matanzas y esto aumenta su sentido de dominio por encima de los hechos traumáticos.
Un reaprendizaje emocional se da en cuatro etapas:
1.      Adquiriendo una sensación de seguridad.
2.      Recordando detalles traumáticos.
3.      Lamentar una perdida que se ha provocado.
4.      Tratar de hacer la vida normal.
Como psicoterapeutas debemos tratar que nuestros pacientes tengan un reaprendizaje emocional y brindar una recuperación del trauma por distintos mecanismos que ayuden a recordar desde lo que vieron, oyeron, olieron y tocaron.
El juego es una forma de lidiar y procesar los eventos que estos pequeños no pueden elaborar de otra forma.

“El hecho de mostrar en vez de ocultar nuestras limitaciones, nos permite superarlas” (anónimo)




Itzel Nallely Maldonado Vega

domingo, 19 de junio de 2016

Y tú ¿Cómo enfrentas tu realidad?

“Podemos evadir la realidad, pero no podemos evadir las consecuencias de evadir la realidad…”
-Ayn Rand

Cada persona hace frente a sus vivencias dolorosas de manera diversa, las asimila según sus capacidades y las herramientas que posee para enfrentarse a las adversidades y hechos de la vida; pero ¿qué pasa cuando no se puede introyectar el evento que se vivió, cuando no se puede aceptar? Se pueden desarrollar diversos trastornos, dos de los principales son los trastornos disociativos y los trastornos somatoformes.
Los trastornos disociativos son trastornos en los que existe una alteración en la memoria, conciencia e identidad de una persona, incluyen trastornos como la amnesia disociativa, en la que se pierde parcial o totalmente la información personal importante después de un evento estresante, por ejemplo: una mujer que en un accidente pierde a su hija, y más tarde no recuerda haber vivido tal situación, ni la muerte de su hija.
Otro trastorno disociativo es la fuga disociativa, que es la confusión sobre la identidad personal que incluye un viaje lejos de casa, por ejemplo: alguna persona que sale y de pronto muy desubicada no recuerda a dónde iba, ni de dónde viene, ni menos quien es…
El trastorno de despersonalización incluye sentimientos de irrealidad sobre el yo y el ambiente, hay que tener mucho cuidado con este trastorno, pues se descarta cuando hay adicciones que provocan este sentimiento de irrealidad. Por ejemplo: una niña desconoce su imagen cuando se ve en los espejos, no parece ser la suya, esto más adelante se asocia al estrés escolar al que estaba sometida.
El trastorno de identidad disociativa, mejor conocido como trastorno de personalidad múltiple, es una condición en la que dos o más personalidades existen en una persona, cada una con sus propias memorias, percepciones y actitudes.
Estos trastornos disociativos surgen por la incapacidad de una persona de reprimir, de procesar una situación traumática, por lo que se disocian ciertos procesos mentales para mantener “estable” a la persona, para proteger al Yo.
Los otros tipos de trastornos son los llamados somatoformos, que incluyen síntomas físicos o quejas que no tienen una base fisiológica, que muchas veces ocurren por una necesidad psicológica. Hay distintos trastornos como son el trastorno de somatización, en la que existen múltiples y vagas quejas físicas antes de los 30 años; el trastorno somatoformo no especificado, en los que existen una o más quejas físicas con duración mínima de 6 meses; el trastorno de conversión, que es una pérdida del funcionamiento físico, por ejemplo: una mujer es atendida por tener parálisis en su cuerpo, expresaba haber sido víctima de múltiples abusos, y bajo hipnosis puede mover sus extremidades.
El trastorno por dolor, que se caracteriza por informes de dolor severo sin bases neurológicas o biológicas que lo sustenten. La hipocondría, en donde existe una preocupación continua por la salud y la condición física propias, encontrando resultados negativos, creyendo que se tiene alguna enfermedad aunque ya se haya descartado el diagnóstico, por ejemplo: una mujer va constantemente al doctor por diversas enfermedades que dice ver en la televisión y que cree tener los síntomas.
Finalmente, el trastorno dismórfico corporal, que involucra una preocupación excesiva por un defecto imaginario en la apariencia de una persona. Por ejemplo: un hombre afirma tener unos pies muy pequeños, y que le cuesta relacionarse con mujeres, pues teme que lo puedan juzgar por sus “pies pequeños”.
Estos trastornos pueden tener diversas explicaciones, como umbrales de dolor bajo, el desconocimiento de enfermedades y términos médicos, el deseo de tener atención o la ansiedad y vivencia de alguna situación estresante que desencadene síntomas físicos.
La forma en que cada persona reaccionará dependerá de muchos factores, desde sus experiencias, hasta sus mecanismos de defensa y que tan preparados se sienten para enfrentar la vida. Hay que ser conscientes de esto y comenzar a trabajar en nosotros, contactar emociones, sentimientos, pensamientos, dotarnos de herramientas para no estar desarmados cuando enfrentamos un evento traumático, que al final son parte de la vida.


                        -Sofía Patricia Ortiz Ugalde
Siente. Vive. Crece.
¿Cuántas veces hemos utilizado el término “trauma”, “está traumado” o cualquier otra frase haciendo referencia a un gran impacto en la persona? ¿Pero sabemos realmente lo que implica?
Para comenzar, es importante definir que el complejo traumático es una desarticulación entre el afecto y la representación, el modo en que cada persona vivencia una situación, es decir, que el individuo no puede elaborar ni procesar el evento; sin embargo, es importante dejar claro que la situación por sí sola NO es traumática, sino por como cada persona y su psiquismo lo interpreta y lo vive.
Por lo que se podrían separar dos aspectos importantes en toda vivencia, por un lado tenemos el hecho real, lo que se podría considerar como universal, por ejemplo: una separación amorosa. Y por otro lado tenemos la manera en que cada uno de nosotros vive e introyecta la situación, siguiendo el ejemplo anterior: una persona vivirá diferente un rompimiento amoroso si tiene hijos de por medio a si no los tenían.
Pero ¿por cómo se da este complejo traumático? Para explicarlo, es importante entender el modelo procesual para  asimilar toda vivencia que tenemos:
·         Espacio originario: en este espacio se encuentra la sensación.
·         Espacio primario: en donde se encuentra la emoción y el afecto, En este espacio se comienza a elaborar lo externo en interno, se convierte en un recuerdo, se asimila que ya pasó la situación.
·         Espacio secundario: el cual incluye una representación de lo vivido, se conceptualiza y se asimila, se representa por medio de palabras e ideas.
Cuando hay un complejo traumático no pasamos del espacio originario, nos quedamos en la mera sensación, no podemos internalizar la situación, por lo que vivimos en un continuo presente interno, recordando la situación, reviviéndola constantemente… con esto viene una serie de sintomatología, que conocemos como Estrés Post- traumático, que es importante mencionar que sólo son los síntomas, como son las pesadillas, taquicardia, ansiedad, sudoración, ataques de pánico, entre otros.
Es importante mencionar que no es imposible superar este complejo, pero no basta simplemente hablar y descargar, hay que considerar la intervención vivencial como una buena opción; esta intervención incluye no solo la verbalización, sino el “vivir”, el sentir, el escuchar nuestro cuerpo…
Hay tres niveles que abarca:
·         Figurativa: en la que están las sensaciones y es de vital importancia el cuerpo, las posturas, la mirada, el tono, los gestos… contactar a la persona con sus sensaciones, a nivel físico.
·         Relacional: incluyendo las emociones, lo que reflejo en el otro. Es importante que la persona entienda la sensación y la relacione con la emoción.
·         De sentido: en donde se le da total significación a emoción y sensación, la persona le da sentido y encuentra claridad.
Es interesante como muchas veces intentamos darle sentido a una vivencia simplemente usando la lógica, usando la cabeza… estamos acostumbrados a no sentir, a no expresar, a no escuchar a nuestro cuerpo, a ir directo a la razón, cuando al final, es cierto que somos seres intelectuales, pero también somos emocionales, es parte de nuestro día a día sentir, y lo estamos desplazando. Invito abiertamente a reconectarnos con nosotros mismos, así lograríamos una inteligencia emocional mayor, y con esto podríamos procesar y entendernos, y cuando se nos presente una situación de crisis, de catástrofe, sabremos cuáles son nuestras herramientas para enfrentarlos y para seguir creciendo.
“A veces no es posible estar alegres, pero siempre podemos estar en paz.”
Anónimo.

-Sofía Patricia Ortiz Ugalde. 
Taller de Cyberbullying.
El taller impartido por Ricardo Sánchez es una llamada de atención a la situación actual y a las problemáticas que han traído las nuevas tecnologías.
La facilidad con la que actualmente nos ponemos en contacto, con la que descargamos fotografías, información, con la que usamos las redes sociales… es un arma de doble filo, pues así como puede usarse de forma moderada y desinteresada, puede usarse también como un arma para propagar chismes, fotografías privadas, videos, burlas, ataques que afectan a alguien, y ese alguien puede ser cualquiera, a quien de una u otra forma, le cambian la vida. Los efectos dependerán de la estructura de cada persona; lamentablemente, la sociedad de la inmediatez, está promoviendo que los niños de hoy en día sean poco tolerantes a la frustración, por lo que agregándole la importancia que tienen para ellos las redes sociales y el hecho de que sean acosados por medios electrónicos, ha llegado a causar daños graves como son los suicidios, depresiones, ansiedades, entre otros.  
Otro aspecto importante es cómo una persona se desenvuelve en las redes sociales y en los videojuegos, uno puede “reinventarse”, ser alguien que no es, ser lo que siempre quiso ser… al fin y al cabo, nadie puede verte realmente si estás detrás de una pantalla. La facilidad con la que se cambian datos y sobre todo, la facilidad con la que creemos lo que estamos viendo es alarmante, hablamos de una sociedad que está sustituyendo la relación cara a cara, está sustituyendo lo verdadero y auténtico.
Las implicaciones psicológicas que tiene tanto para los bulleados como para los bulleadores son impresionantes, pues por un lado observamos el miedo, el delirio persecutorio que nunca descansa de las personas a quienes se les agrede, a quienes se les molesta, de quienes se burlan, así como el otro lado, que implica personas que agreden y que se ocultan tras las pantallas, que acosan y manipulan.
Repito que este taller fue una llamada de atención, fue un abrir de ojos a la realidad y las problemáticas de hoy en día, por lo que es importante reflexionar y entender qué podemos hacer nosotros como psicólogos, es importante aprender cómo trabajar el autoestima, cómo dotar de herramientas a las personas, cómo intervenir y orientar tanto a los bulleados como a los bulleadores, hay que hacer consciencia ahora que sabemos de esta problemática y el daño que le está haciendo a nuestra sociedad.

Conferencia Identidad y comunidad como política pública local: su impacto ante la pobreza, desigualdad y discriminación.

Esta conferencia impartida por Liliana Vázquez Roa me pareció muy interesante y sobre todo impactante, pues el mensaje para nosotros como psicólogos fue claro: promover el vivir en comunidad.
Nosotros pertenecemos a una sociedad, y esa sociedad a la vez está formada por diversas comunidades, y a su vez formada por familias; sin embargo, muchas veces olvidamos esta vida colectiva y nos centramos simplemente en la individualidad, en la persona por sí sola, cuando no simplemente es eso, el ser humano es un ser social por naturaleza, y hay que reforzar la importancia que tiene el aprender a vivir bien en esta comunidad.
Hay tres características principales en una comunidad: la identidad, que es el sentido de pertenencia que se tiene hacia ciertas costumbres, tradiciones, expresiones, valores… que te refleja quien eres, que te hace pertenecer y a la vez encajar. La cosmovisión que es la forma propia de ver, sentir y percibir y proyectar el mundo de cada cultura. Y finalmente el buen vivir, que implica la plenitud de la vida, el encontrar algo que permita llegar al bien común, que enriquezca. Por lo que una comunidad estaría en equilibrio con todos sus miembros, reconociendo el valor y lo que cada individuo aporta hacia la sociedad.
Sin embargo, actualmente vivimos en una sociedad excluyente, en donde hay grupos vulnerables que son minimizados y desvalorizados día con día. Uno de estos grupos son los hombres; quienes están obligados a cumplir un solo rol, un solo papel: el de proveedores. No se promueve su intervención en el ámbito familiar, en el cuidado de los hijos, en las tareas domésticas… y hoy en día, si un hombre realiza estas tareas, muchas veces es juzgado, es mal visto y se le desvaloriza. Otro ejemplo son las mujeres con hijos, a quienes se les presentan trabas a la hora de entrar en el mundo laboral, pues “o eres madre o trabajas”, lo que muchas veces implica dejar a sus hijos en guarderías todo el día, dejando de lado el vínculo materno tan vital para formar niños sanos.
Esta vida colectiva que se quiere lograr, implicaría comenzar por unificar a la familia, por quitar estos estereotipos y que el padre participe de forma activa en la crianza y cuidado, en que la madre pueda tener espacios para trabajar y estar con sus hijos de forma simultánea. Liliana Vázquez Roa justamente busca impulsar esta misión, ha desarrollado proyectos culturales en las que se ponen mesas para cambiar pañales en los baños de hombre, cuartos en empresas o instituciones donde las trabajadoras puedan amamantar a sus hijos, grupos donde se enseña a la mujer diversos oficios “no tan comunes” en el sexo femenino.
Son pequeños proyectos, pequeños actos que a la larga tendrán beneficios para nuestra sociedad. Es un área de oportunidad muy grande y de vital importancia para nosotros como futuros psicólogos, el aportar un grano de arena para beneficiar a la comunidad, a la familia, y a la larga que nuestra sociedad pueda ir sanando poco a poco.

            Sofía Patricia Ortiz Ugalde 
Tú defensa interior.
“El humor es otra de las armas con las que el alma lucha por su supervivencia”.
-Viktor Frankl
Interesante frase la de este superviviente de los campos de concentración que nos brinda en su libro “El hombre en busca de sentido”; en el cual nos expresa que siempre y cuando alguien tenga un sentido en su vida, una significación, ya sea una persona, un sueño, un evento o una acción que le dé sentido, la persona podrá salir adelante; expresaba también que muchas veces los sobrevivientes no eran los más aptos físicamente, sino los más fuertes mentalmente… ¿qué nos dice esto?  Es un mensaje innegable del gran papel que juega nuestra mente en situaciones estresantes, que se entrelaza con los mecanismos de defensa.
En primer lugar, es importante definir qué son los mecanismos de defensa: aquellas técnicas defensivas del inconsciente que están encargadas de minimizar las consecuencias de eventos intensos para que el individuo pueda continuar en equilibrio y ser funcional. Nos permiten adaptarnos a situaciones estresantes o de crisis para que seamos capaces de hacer frente a la realidad, protegiendo nuestro Yo de la ansiedad y de situaciones temporales con las que no podemos lidiar. Es importante mencionar que todos hacemos uso de estos mecanismos de defensa, pero pueden llegar a ser patológicos cuando estos mecanismos no permiten la adaptación de la persona a su medio.
Cada persona utiliza diferentes mecanismos que le permiten resignificar el hecho y su experiencia. Por ejemplo, una persona que culpa a Dios por la muerte de su hijo, está utilizando el mecanismo de proyección, en el cual lo que uno siente y sus ideas dolorosas las proyecta en otros.
Una persona que al perder el trabajo, vende todas sus pertenencias y se va de viaje, o una pareja que al fallecer su hijo mantienen su cuarto intacto, están utilizando el mecanismo de negación, mediante el cual la realidad que están viviendo no existe, no lo pueden procesar y no la toman como real.
En la formación reactiva se convierte lo contrario en positivo, por ejemplo cuando se odia a alguien pero en realidad hay atracción, o cuando a una persona no le agrada cómo se lleva su pareja con los hombres, y para significarlo menciona que es porque es muy “social”.
La sublimación implica sustituir deseos por acciones prosociales, por ejemplo las personas que dan pláticas motivacionales o conferencias en las que dan su experiencia de vida.
El identificarse con el agresor, por ejemplo los niños que quieren ser sicarios de grande, las mujeres que expresan: “me pega porque me quiere” o el síndrome de Estocolmo en donde se desarrolla un vínculo con el agresor-secuestrador.
Agregándole a éstos la racionalización, la regresión, el desplazamiento, el aislamiento… son sólo algunos de los muchos mecanismos que existen y que se activan con la angustia hacia alguna situación que nos sobrepasa y nos permiten contactar con la realidad.
Es importante ser conscientes de esto, de lo que somos capaces, el identificar cuáles son los mecanismos que utilizamos aunque sean inconscientes nos permite llegar a un conocimiento de nosotros mismos y de cómo reaccionamos, a planear y a saber de qué somos capaces, es una forma de enriquecer lo que somos, nuestra persona, de crecer y de mejorar, de continuar desarrollándonos. Así que la pregunta que les dejo es: ¿qué mecanismos utilizas tú? 
Sofía Patricia Ortiz Ugalde


miércoles, 15 de junio de 2016

Lo común de lo poco común

Me pregunto si alguna vez cuando te has centrado en un problema en tu vida una crisis, hablando de diferentes niveles de crisis pero al final una situación en conflicto en el cual te sientes solo y no sabes cómo resolver, has querido escapar por un momento y olvidarte de ese problema, ya hemos visto los mecanismo de defensa que son inconscientes, nos han permitido explorar ciertos escudos de cada diferente personalidad, pero hay defensas aún más profundas, o raras por así decirlo. Los trastornos disociativos son un claro ejemplo de ello, se pueden manifestar de diferentes formas.
Una de estas formas es que la persona en crisis llegue a olvidar partes de un evento disruptivo o fatal, se pueden olvidar lapsus de tiempo determinado, diferentes características del evento o el evento por completo. Presentare un ejemplo: en el estado de Querétaro por problema de tuberías se presenta comúnmente que las casas se inunden, las coladeras se tapan por basura en las calles y el agua dejaba de fluir, un día mi casa llego a inundarse hasta 60 cm arriba del suelo, digamos que yo en esa situación podía estar pasando un mal rato, si no hubiera segundo piso, mi perra chispa hubiera muerto o desaparecido, el ejemplo en este caso es que si hubiera sido cierto y me hubiera causado una gran crisis que desapareciera mi perra el trastorno de amnesia disociativa se presentaría si olvido por ejemplo como empezó a entrar el agua a mi casa (amnesia selectiva); hubiera podido olvidar el hecho que me causa crisis como la muerte de mi perra (amnesia localizada); o simplemente todo el evento (amnesia  generalizada).
Estos trastornos son disociativos, otro tipo es el trastorno de identidad disociativa (Trastorno de personalidad múltiple). Si te suena esta segunda definición es porque este trastorno es tremendamente taquillero, las películas basadas en este trastorno son sumamente famosas, curiosas y que causan controversia en el diagnóstico y tratamiento para los psicólogos. Para poder dejar más claro este trastorno los invito a ver la película de Sybil (1976) dónde podemos explorar claramente las características de este trastorno disociativo, como que exista un evento traumático de niveles catastróficos, que puedes creer que tiene que pasar para que una persona como mecanismo de defensa crea otra personalidad completamente diferente, de ser una mujer adulta a crear varias versiones de niña, de un bebé, hasta de niños para poder combatir la realidad tan triste, tan llena de dolor y mantenerse con vida.
Tenemos en cuenta que cuando surgen crisis nuestras mentes hacen cosas para mantenernos con vida, consientes, respirando, y pudiendo tener actividades como trabajo, pareja, etc. Me llego a preguntar ¿Y nuestro cuerpo? Que hace nuestro cuerpo cuando tienes una crisis, como la mente suele reacciona de diferentes formas, también lo relaciono con mecanismos de defensa y todos para sanar nuestro mundo emocional, alteraciones en el  pensamiento, o creencias erróneas. El cuerpo tiende a reaccionar con trastornos somatomorfos, que crean síntomas fisiológicos que no siempre los produce problemas físicos directos del cuerpo, muchos de estos son por parte de la mente, por ejemplo los hipocondriacos, suelen sentir diferentes enfermedades o dolores que están seguros que tienen pero no presentan ningún sustento físico. Entre otros.

Al último de este texto me gustaría pedir a mis lectores que retomando esta lectura buscaran dentro de sus experiencias alguna acción o situación en la cual se presentaran por momentos cortos estos trastornos y notar la vulnerabilidad. 

martes, 14 de junio de 2016

PROBLEMAS PARA MANEJAR LAS EMOCIONES




Las personas que tienen problemas con sus emociones, no toleran ni manejan experiencias de la vida  traumática  y puede desencadenar un cambio en el estado del yo desde distintos estados de ánimo.

¿Qué son los trastornos Disociativos?
Lo principal es definir que son los trastornos disociativos, es cuando la memoria y la conciencia son alteradas por eventos estresantes o traumáticos este trastorno se divide en cuatro categorías diferentes:




El DSM IV(Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) los separa en diferentes tipos:
La amnesia  disociativa: incapacidad repentina para recordar información o naturaleza personal.
Fuga disociativa: es la incapacidad por recordar la identidad o el pasado.
Trastorno de despersonalización: son cambios de la percepción, sentir  cosas  irreales.
Identidad disociativa: existencia de dos o más personalidades distintas.

La amnesia disociativa y la fugas disociativa, se manifiestan en cualquier época de la vida a partir de cualquier evento trágico o estresante en el caso del trastorno de identidad  puede aparecer en la infancia y en el caso del trastorno de despersonalización  es más común que aparezca en la vida adulta.

Cuando se presenta dichos trastornos va acompañado de distintos síntomas como la ansiedad, la depresión, el olvido de información de ciertos momentos importantes del pasado, disforia, duelo así como también puede generar culpas y comportamientos inapropiados ya que se encuentra alterado su sentido de realidad.

Existe una sintomatología  que produce malestar en la persona, así como un importante deterioro en distintas áreas como sociales y laborales. Un psicólogo puede ayudar a la persona afectada en las diferentes circunstancias, contactando con aquellos problemas que han surgido a raíz de un  evento disruptivo.




La vida y el dolor
 
   A lo largo de  la vida el hombre se enferma tantas veces, que se pierde la cuenta, con cierta frecuencia asiste al médico, éste tiene que hacer un cuadro clínico y ver de dónde viene lo que nos incomoda, pero ¿Qué pasa cuando los síntomas no son físicos si no mentales?
A esto  se le llama trastorno somatomorfos que es el conjunto de patologías que tiene síntomas corporales que tienen un trastorno físico sin causas orgánicas-
 ´
Los trastornos somatomorfos se clasifican en:
·         Trastorno Somatización: múltiples síntomas físicos.
·         Trastorno somatomorfo indiferenciado: problemas gastrointestinales.
·         Trastorno de conversión : déficit en funciones motoras  y voluntarias.
·         Trastorno dismórfico corporal: preocupaciones por defectos físicos.
·         Hipocondría: preocupación y miedo a tener una enfermedad grave.
·         Trastorno por dolor: es un dolor localizado  en una zona del cuerpo.

 Es de suma importancia  darse cuenta que los malestares muchas veces no solamente tienen que ver con lo corporal si no con la psique.